Jeremías 8:18-9:1, Salmo 79:1-9, 1 Timoteo 2:1-7, Lucas 16:1-13
Las lecturas de este domingo están muy claras. Primero, Dios le dice al pueblo de Jeremías que está ofendido porque han adorado a ídolos y a dioses inútiles. Luego, el salmista le pide a Dios que su compasión los alcance pronto, porque estaban muy abatidos, o desanimados. En la primera carta de san Pablo a Timoteo, Pablo nos dice que sólo hay un Dios y un mediador que es Cristo. Y en el Evangelio de Lucas vemos que la persona que es honrada en lo poco también lo será en lo mucho. Y también nos dice que no podemos servir a dos amos, sólo a uno. Así que, las lecturas comienzan casi regañándonos y terminan dándonos consejos y esperanza de lo que viene si somos obedientes a nuestro Creador.
En Estados Unidos los estudiantes regresaron a sus clases hace poco, después de haber tenido dos meses de vacaciones de verano. Durante las vacaciones ¿qué ven los niños y las niñas mientras están con sus padres o parientes? ¿Ven lo honrado que son los adultos que los rodean aún en lo poco? Se dice que de tal palo tal astilla o que la manzana no se cae muy lejos del árbol. En otras palabras, los niños suelen copiar y aprender las acciones de las personas adultas. ¿Cuál es el mensaje o el ejemplo que les estamos dando a nuestros hijos e hijas?
¿Somos honrados en todo lo que hacemos? El no ser una persona honrada no quiere decir que hemos hecho algo grande como robar o hacer otras cosas ilegales, sino aún cosas muy pequeñas como decir una mentira piadosa. El diccionario dice que la honradez es rectitud e integridad. Y en el Griego, la palabra que se usa en el Evangelio de Lucas en vez de honrado es fiel. Si eres fiel en lo poco serás fiel en lo mucho. Vamos a pensar en esta frase un momento. ¿Qué quiere decir ser honrado o fiel en lo poco? Digamos que en tu iglesia, has comenzado a ser lector o lectora. Entonces, cuando hacen el horario, ves los domingos te asignan. Si despiertas un domingo y ves que es un día “perfecto” para ir a la playa o al parque, pero es tu turno leer, ¿qué vas a hacer? ¿Ir a la playa o al parque? ¿Ir a la iglesia? Toda la gente sabe que si alguien que va a leer no llega no va a pasar nada malo. Se sabe que otra persona podrá leer las lecturas. Así qué, ¿cuál es el problema? Acaso, ¿no merecemos tomarnos un día para disfrutar del clima? La Biblia dice si eres honrado y fiel en lo poco lo serás en lo mucho. Sabemos que no se va a acabar el mundo si no vamos a la Iglesia un domingo, pero cuando ya hemos hecho un compromiso y hemos dado nuestra palabra, es nuestro deber como personas responsables, honradas, y fieles ir a leer y ejercer el ministerio al cual te has comprometido. Claro que siempre hay cosas inesperadas que pasan, ¿verdad? Entonces, en ese caso lo honrado es hacer otros arreglos, comunicarse con la encargada o el encargado de los ministerios, y demostrar que somos personas responsables. A veces tomamos nuestras responsabilidades en la iglesia a la ligera y pensamos que no es algo muy importante o que otra persona puede desempeñar nuestro trabajo. Y es verdad que otras personas pueden hacerlo, pero la Biblia nos enseña que debemos ser fieles y honrados en lo poco y así demostramos que lo seremos en lo mucho.
Cuando leemos el Evangelio pensamos que cuando dice “Ningún sirviente puede servir a dos amos” sólo está hablando del dinero, pero puede referirse a muchas cosas. Por ejemplo, ¿qué es lo que te está quitando el tiempo que merece Dios? En Jeremías leemos que la gente estaba adorando ídolos y dioses inútiles.
Tal vez pensamos que nosotros no adoramos a ídolos ni dioses. Pero, veamos lo que realmente pueden ser ídolos y dioses en nuestras propias vidas. ¿En qué gastas tu talento, tesoro, y tiempo? Si pensamos en este momento, sólo de ayer a hoy, ¿en qué hemos usado nuestro tiempo? ¿Adónde hemos ido? ¿Con quién hemos pasado el día? Tal vez sólo la pasamos trabajando, tal vez en el baile, tal vez comiendo, tal vez con la familia, tal vez de compras, tal vez haciendo ejercicio, tal vez en el cine. Pensemos ¿a qué le he dedicado mi tiempo?
Ahora, veamos en qué hemos gastado nuestro tesoro, o dinero. ¿Qué compramos ayer y hoy? Tal vez no tengamos mucho dinero en efectivo, ni tampoco en el banco porque tenemos muchas deudas – si es así, piensa, ¿cuál es la deuda? Lucas dice, donde está tu tesoro, ahí está tu corazón. Es muy importante tener bien definido cómo usamos nuestro tesoro. ¿Estamos gastando nuestro dinero, o invirtiéndolo, o sabemos por qué parece que nunca tenemos suficiente dinero? ¿No nos sacia ninguna de nuestras compras? Dime en qué gastas, y te diré quién eres y dónde están tus prioridades.
Por último, ¿dónde estamos usando nuestro talento? Dios nos ha dado a cada persona talentos y dones únicos. Pero así como todo, si no los usamos, los podemos perder. ¿Cuál es tu talento? ¿Qué puedes hacer bien? ¿Puedes limpiar, cocinar, cantar, tocar un instrumento, coser, pintar, enseñar, bailar, aconsejar? Hay tantos talentos que tenemos que Dios quiere usar para Su Gloria. Pero, ¿dónde estamos usando nuestros talentos? ¿Los usamos con nuestra familia, amigos, vecindad, o iglesia? O tal vez preferimos no usar nuestros talentos porque nos da vergüenza, pena o miedo.
Cuando analizamos cómo estamos utilizando nuestro tiempo, tesoro, y talento veremos a qué ídolo inútil estamos siguiendo, si es que no estamos sirviendo a Dios. O simplemente podremos ver si estamos siendo fieles en lo poco. También podremos averiguar si nuestras prioridades están donde deben estar. Todo esto es algo personal, que sólo cada persona puede saber y en lo podemos meditar.
En Timoteo leemos que hay un solo Dios. Sólo uno. Y sólo a ese Dios debemos servir y adorar. No quiere decir que todo nuestro tiempo, todo nuestro talento, y todo nuestro tesoro deben de ir únicamente a Dios, pero sí quiere decir que vamos a honrar y ser fieles a Dios en todo lo que hagamos y vamos a poner a Dios en primer lugar. Eso tampoco quiere decir que tengamos que descuidar a nuestra familia, amigos, trabajo, escuela, sino que vamos a hacerlo con el fin de ser honrados y fieles a Dios.
Tal vez, como el salmista, hoy te sientas desanimado o abatida. Tal vez necesites que Dios te alcance y te rescate. Tal vez necesites sentir que Dios es tu Salvador. Pero también, como el Salmista necesitamos pedirle al único Dios que no se tarde, que venga a nuestro socorro, que no nos abandone y que sea nuestro defensor. Durante esta semana, tratemos de recordar que sólo podemos ser fieles y servir a un solo amo. No a dos, no a tres. Sólo a uno. Y tratemos de recordar que si somos fieles y honrados y honradas en lo poco, lo seremos en lo mucho.
Tratemos de analizar cómo usamos nuestro tiempo, tesoro, y talento y veamos si estamos sirviendo a otros ídolos y no a Dios. Veamos a las personas a nuestro alrededor, como nuestros hijos e hijas, y preguntémonos si estamos siendo buenos ejemplos de lo que significa ser fiel. Recordemos que Dios no se tarda. Llega siempre a tiempo y nos ayuda a ser fieles en lo poco porque nos quiere dar mucho.
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Sandra Montes trabaja como consultora de recursos en español para Episcopal Church Foundation. También se desempeña como música, traductora, oradora, asesora y redactora. Vive en Houston, Texas.
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